miércoles, 7 de diciembre de 2011

XXVII ENCUENTRO CONTEMPLATIVO SOLEDAD Y SILENCIO

El próximo sábado día 10 de diciembre de 2011 tendrá lugar el XXVII Encuentro Contemplativo en Soledad y Silencio. En esta ocasión, cada cual buscará el lugar más adecuado para este rato de silencio contemplativo.

La palabra es el vehículo de la comunicación. Ella nos abre a los otros y hace posible la interrelación afectiva. La palabra es la inteligencia que toca a la puerta de otra inteligencia y recibe respuesta. La palabra es un tesoro y un placer.

Gracias a ella nos podemos abrir a los demás y gracias a ella nos sentimos aceptados por los demás. Sin palabra seríamos como tristes sonámbulos vagando en un mar de dudas y recelos.

Pero también el silencio es un placer moral extraordinario. El silencio es un placer precisamente porque existe la palabra. Si no existiera la palabra, el silencio no sería un acto libre sino forzado, sinónimo de una gran impotencia y esclavitud. El silencio es placer moral precisamente porque es palabra concentrada y profunda, no dicha. Silencio es rumiar la palabra sin decirla. Hay silencios muy ricos que concentran multitud de palabras y significados. Hay silencios terapéuticos que de verdad curan el alma. Hay silencios muy acertados que facilitan en gran manera la práctica del diálogo, porque para dialogar de verdad no hay nada tan beneficioso como el contrapunto del silencio atento y acogedor. Palabra y silencio: dos placeres del alma. Palabra y silencio: dos realidades que nos abren al milagro del diálogo. Joan Bestard Comas